Actualmente la Garnacha disfruta de gran prestigio internacional a través de vinos elaborados en viñas viejas y con muy poca producción. Pero no siempre fue así…
A finales del Siglo XX se produjo un declive que llevó a asociar a la Garnacha con vinos de poca calidad. Las principales razones fueron la susceptibilidad al corrimiento y la poca elasticidad de esta variedad (cuando produce muchos kilos pierde sus cualidades).
Durante el siglo XX, Châtauneuf du Pape y Rioja fueron las zonas en las que se cultivó la Garnacha con mayor importancia, elaborando vinos de reconocido prestigio.
El primer gran despegue de la Garnacha se produce a mediados del siglo XIX con la llegada del oídio, una enfermedad a la que la Garnacha demostró una resistencia mayor que otras variedades, por lo que empezó a plantarse en mayor medida.
En 1513 aparece el primer dato de referencia sobre la Garnacha, al hablar Alonso de Herrera de una variedad llamada “Aragonés”, la cual según varios expertos se corresponde con la Garnacha. De ahí que prácticamente todo el mundo reconozca su origen español.